Supongo que todas las provincias tienes miles de curiosidades interesantes que ver o visitar si se está de vacaciones, hoy posteo en el blog una curiosidad de este tipo.
Se trata de unas construcciones de piedra que he visto en una finca particular en Otero de Curueño (situado entre La Vecilla y Boñar)
Corre el rumor de que el propietario de la finca es aficionado a la construcción y que ya se encuentra jubilado, por lo que ha optado por hacer lo que más le gusta en su finca de Curueño.
El hecho de construir algo en piedra ya tiene mucho mérito, pero si además tenemos en cuenta las formas que ha conseguido el mérito se ve incrementado.
Realmente no se si sólamente son cuartos o palomares, ya que se asemejan a los palomares de barro de la provincia de León.
Por el interior de la finca tiene otras construcciones meramente decorativas.
Y que también llaman la atención.
Aunque quizás lo que más gracia me hizo fue ver que en una de estas construcciones guardaba un monitor de ordenador.
Dejo un enlace a googlemaps del punto exacto y lo que se puede ver desde la carretera.
A todo aquel que circule por esta carretera le recomiendo encarecidamente que se tome un descanso y contemple esta finca, está a las afueras del pueblo y al otro lado de la carretera dispone de un buen sitio para estacionar el vehículo.
Vaya construcciones curiosas!! Pero me gustan y es verdad que se asemejan a palomares de piedra, habrá que consultar a Irma. Y esa especie de almenas agujereadas... eso es muy Gaudi. Este hombre tiene una creatividad muy personal. Estan muy bien.
ResponderEliminarUn saludaco
¡¡Qué curioso!! a ver si un día que pase por ahí me acuerdo y paramos.
ResponderEliminarTienen unos ventanucos demasiado grandes para ser palomares, pero bueno a saber al ser nuevas construcciones, que chulo la verdad sea dicha.
Un abrazo para los dos, Irma.-
Gracias Zaskandil, Irma por vuestros comentarios.
ResponderEliminarEso si que es Arte. Lo del monitor del ordenador en el hueco lo exponen en el MUSAC y seguro que valdría una pasta, pero claro, hace falta llamarse "artista" para que te expongan ahí.
ResponderEliminarMuy buen aporte.
En Otero, que es el pueblo de mi primito, está uno de los palacios más bellos y desconocidos de la provincia.
ResponderEliminarAsí se originaron las construcciones:
ResponderEliminarhttps://vaguedadesilusorias.wordpress.com/2016/05/16/los-tres-horreos-que-nos-construyo-mi-abuelo/
16 mayo, 2016
Los tres hórreos que nos construyó mi abuelo
Hoy he asistido a uno de los actos de inauguración de las Jornadas Municipales para Mayores, organizadas por el Ayuntamiento de León. Como parte de las actividades de las Jornadas se ha presentado la publicación “Estampas de Mayores”, que combina fotografías y relatos cortos, girando ambos en torno a las vivencias de personas de la tercera edad. Me acompañaba mi amigo el escritor Manuel Cortés Blanco, que ha colaborado con un relato que puede leerse en esta entrada de su blog, y yo mismo he hecho lo propio con el relato que a continuación expongo.
LOS TRES HÓRREOS QUE NOS CONSTRUYÓ MI ABUELO
Aunque se había jubilado, mi abuelo seguía siendo albañil. Así que nos llamó a mis hermanos y a mí y nos dijo:
-Os voy a construir un hórreo a cada uno.
Y tras reunir las piedras y tablones y tejas más bonitas que pudo encontrar, empezó a construir los hórreos en nuestra finca del pueblo. Nosotros le ayudábamos a hacer la masa, que surgía al mezclar agua y arena y cemento.
A mi hermano mayor le dijo:
-Tu hórreo tendrá la veleta más grande de todas.
A mi hermano menor le dijo:
-Tu hórreo tendrá las piedras más lisas del río.
A mí me dijo:
-Tu hórreo será como tú quieras.
-Házmelo con forma de octógono -dije, recordando lo que había dado en clase.
-¿Qué es eso?
-Un polígono de ocho lados iguales.
Mi abuelo no dijo nada, pero yo sabía que ya se había puesto a pensar cómo hacerlo.
Cuando mi abuelo terminó los hórreos nos los regaló, a mi hermano mayor el grande, a mi hermano menor el pequeño, a mí el mediano. Como nuestra finca queda al lado de la carretera, a veces los coches que pasan van más despacio o hasta se paran para contemplar los hórreos, en fila como tres hermanos. Cuando mi abuelo lo ve, no dice nada, pero después de un rato comenta:
-Me han venido extranjeros a decirme que les venda los hórreos, y me insisten, pero yo les digo que no y que no, que son de mis nietos.